viernes, enero 01, 2010

Decálogo del Buen Caballero
  1. Creeras en las enseñansas de la Iglesia y obedeceras sus mandamientos
  2. Protegeras a la Iglesia
  3. Defenderas a los mas debiles
  4. Amarás el País donde naciste
  5. Te mantendras firme ante el enemigo
  6. Lucharas contra los infieles
  7. Cumpliras con tu deber feudal siempre que no sea contrario a tu deber hacia Dios
  8. No mentiras ni traicionaras la palabra dada
  9. Seras generosos con todos
  10. En todo momento y lugar defenderas la Justicia y el Bien.
Una antigua lista de normas llega a mi este primero de enero, es el Decálogo del Buen Caballero usado por los jinetes de armaduras y mandobles. Es curiosa la extraña sensacion que me provoca el leer las historias de los viejos andantes, sus ideales y sus amores. Verlos luchar por intereses tan inocentes que caen en la estupidez y verlos darlo todo por esa dama que ellos creen merecer. Siempre he querido ser un caballero, luchar contra los infieles, ser respetado por lo que soy y mis acciones, ser un hombre de honor y sinonimo de valentia y coraje... Se que estoy lejos de eso, sufro cuando doy un paso atras, cuando la pereza me gana y la mentira me corroe, cuando soy cobarde y dejo que los celos me destruyan y envenen mi corazón. Saber que tras esta armadura impenetrabale existe una carne roja que sangra con las heridas. Pero se, que mi cuerpo es pasajero, que las heridas sanas, y que la mente olvida, soy una herramienta para este mundo, un instrumento de los heraldos... Me detengo, reflexiono... No soy un Caballero, no tengo sangre noble ni espiritu imbatible... Pero quiero lograrlo, necesito que el mundo vea en mi esa armadura que esgrimían los grandes de corazón puro. Quiero que mi Doncella se sienta orgulloso de su Caballero, quizás por eso hizo mi bandera mas alto de lo debido y gritos mis logros a los 4 vientos... Me he vuelto tonto, osado, engreído... Buscar la ruta antes caminada es un nuevo desafio, volver a mirar a mis hermanos y compañeros y entregar mi corazón a la Princesa que deseo. Volver a tratar de ser el príncipe que prometí ser siendo tan solo un niño... Y no aquel príncipe de Disney, si no aquel que es el Primero, no en joyas, no en comodidades... Si no como dice su palabra, el Primero en servir a mi Rey, servir a mi pueblo. El Primero en la linea de batalla, el primero en dar mi carne a los cañones. Quiero que mi Reina se sienta orgullosa por lo que hago y no por lo que digo hacer. Debo limpiar la sangre de antiguas batallas, lustrar mi armadura y caminar por las calles como un paladín nuevo para volver a escribir un nombre que carezca de tacha.
Es una aventura difícil, es la aventura que quiero... Si he de volver a ser paje, que así sea. Solo quiero sentirme orgulloso y ser un hombre noble y digno para protegerte.

Dedicado a la Dama que me honra, mi espada y mi corazón.