jueves, mayo 11, 2006

Pasaje al olvido

Segunda parte

…Clic!!, así había sido, el toque ya había sido dado, ya no se daba vuelta a tras, la decisión tomada, el corazón acelerado, la respiración agitada, sus ojos cerrados con fuerza como quien aguanta una fuerte transición… Todo pasa, absoluta tranquilidad, lo peor había pasado, ya había logrado aquel difícil paso. Despacio sus ojos se despegaban, el brillo de la pantalla entra nebuloso dentro de sus glóbulos, la imagen cada segundo es más nítida… Ya faltaba poco y por fin lograría ver los resultados de aquel asesinato a la memoria…
¡ESTUPIDO MSN!...
Así era, MSN le daba una desagradable segunda oportunidad, una oportunidad que no había pedido, una chance que el no deseaba y que aun así Microsoft se la restregaba por la cara.
Frente a su desconcertado rostro se habría una ventana que le preguntaba si realmente quería eliminar ese contacto. La respuesta había sido clara, pero aquello abría un agujero de incertidumbre en su distante convicción, esa que hace poco le quemaba por dentro y que le hizo lanzar aquel clic… Ya había sido apostada, un inútil intento de libertad, la tirada aunque de éxitos justos se perdía ante la burocracia de MSN.
Ahí estaba, dos link… si… no… Por algunos momentos la respuesta seguía siendo la misma… tenia que volar de ahí, eliminarse por completo, desaparecer para siempre… pero tan solo aquella nueva pregunta golpeaba los cimientos de su cordura con estrepitosa fuerza. No podía creer que le fuera tan difícil reafirmar su decisión, era ilógico.
Con la frente transpirada y sus latidos al máximo, remonta el mouse y lo mueve con calma hacia esa ventana, el puntero se posicionaba sobre el… si. Si, estaba seguro-



Las luces pasaban por fuera de la micro, los dos sujetos seguían sonriendo con desagradable ironía. La chica estaba en su hombro con la cabeza apoyada.
Respira hondo y busca la ventana, ahí estaba, la luna, atravesando las nubes, roja como una esfera de sangre, irreal, completamente irreal.
Todo encajaba a la perfección, en pocos segundos la mujer preguntaría si era posible que ella lo matase, el respondería con una extraña cadena de sucesos de inusitada violencia y terminaría en un extraño espiral de amor-odio, que daría inicio a los peores meses de su vida.
No, no lo permitiría, el tenia la oportunidad de cambiar eso y lo haría.
Con melosa tranquilidad rodea su brazo por el cuello de la chica, la mujer hace un extraño movimiento de acomodo. –Una sonrisa sale de aquel que viaja.
Siente la tibieza de su cuerpo pegado al de el, nunca había tenido en su vida a una tan cerca, la acomoda con fastidiosa ternura.-su brazo termina de dar la vuelta. Los latidos de su corazón empiezan hacer eco en el interior del bus. –la niña sigue acurrucándose cada vez mas.- Los tipos del frente solo sonríen. La tierna imagen se hacia presente aquella noche sobre ese bus de recorrido.
Una vez el brazo quieto y la comodidad al máximo, nuestro sujeto empieza a apretar con fuerza. Fuerza desmedida, la mujer se despierta, el brazo le aprisiona el cuello, la vértebras empiezan a emitir pequeños chasquidos, los latidos aumentan, en sonido como en frecuencia… Sigue apretando, su sonrisa raja la oscuridad de la noche. Se siente bien, no sabe si esta excitado o nervioso, sus manos transpiran, su antebrazo palpita, se escucha la respiración ruidosa y urgida de aquella culpable victima.
Su columna sigue tronando, el cuerpo de ella empieza a convulsionar, su boca empieza a emanar sangre, salta como pez fuera del agua. El brazo firme no tiende a soltar, solo apresa.
Así era, se cumplía la dulce venganza…
Su cuello fracturado, los espasmos de la muerte, sus pupilas que se dilataban dejando espacio para que el alma fluyera, la sangre que escapa de su boca manchando su brazo, las uñas que dejan de arañar, el corazón que deja de palpitar.
-Respira hondo…
Su cuerpo se enfría de a poco con el correr del tiempo, su cabeza cae de lado seguida por un hilo de sangre bastante espeso que corre por su boca.
Un segundo, un espacio de tiempo lo suficientemente amplio como para provocar un cambio repentino en la mente de aquel asesino… Sus ojos se abrían, su mente se liberaba de la opresión de la ira… Pensaba con claridad, sus manos estaban manchadas de sangre inocente, sangre maldita, sangre sucia… pero inocente…

Un vuelco en su cerebro, espanto, horror, miedo, asco… todo en un segundo, en un precioso segundo que reventaba en sus sienes palpitantes. No lo podía creer, no podía entender lo que había hecho… Trata de salir, de volver a la realidad, de encontrarla viva en su regazo… imposible, el mal ya había sido hecho, el evento había sido desatado, la oportunidad era sido quemada entre las llamas del infierno… ¿llanto?, no.
Nuestro sujeto respira hondo… se relaja, mira el cadáver en sus piernas, el rostro desfigurado de la mujer no se parecía en nada a lo que había sido antes, sus ojos hinchados, su boca deformada, los semblantes de espanto y terror se dibujaban en su faz. Ya no había nada que hacer, el mal ya estaba cometido.


-Si-
Esa fue la opción que se aceptaba con el Mouse, el link que daba punto final aquella historia, el descanso final para aquella alma atormentada.
El sonido de aquel botón retumbaba en la cabeza del usuario, el ruido daba vueltas y vueltas en su cabeza, millones de recuerdos eran quemados en un abismo de la memoria dejando su desagradable hollín en las paredes de su mente. De una vez por todas mataba el cuerpo del recuerdo, la esencia del dolor, la astilla era eliminada de la cabeza…
Pero aun así, sus ojos se encontraban aprisionados contra sus parpados, apretados con la mayor fuerza que los músculos oculares podían dar. Era el impacto del aquel codiciado fin.



El bus empieza a detenerse.
Era tiempo de bajarse, los dos sujetos de enfrenten ya no estaban, se habían bajado en el momento en que la mujer daba su ultimo respiro.
Las otras 3 personas que habían viajado en el vehículo durante todo el recorrido se levantan… las sombras cubren sus rostros, se acercan, toman el cadáver con delicadeza.
-el bus sigue en movimiento
Se levanta, observa como los sujetos toman el cuerpo y lo ponen en la silla de enfrente.
Se acerca al fierro de la micro, ese en donde se encuentra el botón. Lo presiona, mira de reojo a los sujetos que se encuentran con la muchacha muerta.
El Bus se detiene, las puertas se abren. El paradero estaba enfrente, ya no llovía pero seguía de noche. Quería bajarse pero algo lo evitaba, una sensación de partencia a aquel vehículo, algo de el quedaba encima de eso que dejaría para siempre, algo que no podía dejar, algo que no quería olvidar.
Baja la escalera con duda, vuelve a mirar el oscuro bus, y por primera vez ve el rostro del chofer… De repente las luces del vehículo se encienden, iluminan el interior y reconoce los rostros de quines estaban allí… Sus ojos no podían creer lo que veían, arriba de aquel transporte se encontraban 5 rostros iguales y uno distinto y ese diferente no era precisamente…El.

Las puertas se cierran, el bus acelera… y se iba. Desaparecía en la infinidad de aquella enorme autopista.
Solo, nuevamente solo en aquel paradero, todo estaba igual, la noche seguía igual de abrasadora. Apoyada en un rincón se encontraba una vieja bicicleta oxidada por las inclemencias del tiempo, en su sillín una mochila negra colgada. Se acerca, la toma, la abre, en su interior se encuentra una pistola, una ballesta, un montón de estacas de madera, una hachuela bien afilada, un casco vikingo con sus cuernos lustrosos, una polera negra con una extraña cruz en el frente y un gran libro con ilustraciones de llamas en su tapa…
Si, era tiempo de volver, recordar viejos tiempos y echárselos a la espalda, se inicia una nueva épocas de viajes y aventuras, el momento en que el cazador volvía a sus andanzas, esa en la que un par de cables conectados desordenadamente hacían saltar su corazón mas que palabras bonitas. Si, el estaba de vueltas en las calles, de vueltas los suburbios de su mente, de regreso al infierno de su alma… Todo volvía hacer normal, y las cosas en esa otra aventura jamás se olvidarían.
El cazador recuperaba el trote y las criaturas de la noche volverían a temer, el odio estaba de vuelta y esta vez realmente se enojó…
Mochila en la espalda, bicicleta montada, casco en la cabeza… y muchas balas.


Si, fue la respuesta en el msn, Si, fue lo ultimo que supo de ella… ¿una lagrima?... no.


Una sonrisa…



Fin.

Cualquier parecido o circunstancia con personas vivas o muerta, NO es solo coincidencia