viernes, febrero 23, 2007

El Desembarco.

La ceremonia concluia y nuestros colores pasaban al cinto, nuestros cuellos eran cubiertos por unos extraños generos verdes, los cuales ordenados como el antiguo nos daban el aspecto de uniformidad.
Conversabamos alegremente mientras girabamos sobre sus puntas nuestros nuevos pañolones cuando desde lo profundo de la garganta de uno de nuestros líderes nos llega la información que nuestro objetivo hacia su desembarco en la entrada del recinto.
Corre. Corran. Corramos.
Mi equipo parte corriendo marcialmente hacia nuestro destino. Los pies se mueven raudos por los pastos. Debíamos ser los primeros y demostrar que éramos los mejores entrenados.
Luego de un buen trecho corriendo, nuestras piernas se detienen. Ante nosotros se nos mostraban las colosales maquinas que transportaban el valioso cargamento. Silencio. Nada se mueve. Nuestros ojos trataban de conmesurar la cantidad de criaturas que habrian de descender desde aquellos colosos de fierro.
El ruido vuelve. Se esuchan los sonidos de las bestias ahí almacenadas. Los pelos se me erisan. Siento la energia de que emana de las maquinas. Miro estupefacto… Una puerta se abre. El sonido de la puerta de aire genera un vacío en mis pulmones. Era hora de la verdad.
Nada, el dintel se muestra como una oscura cavidad de dudas y temores. Aun mantengo la respiración… el suelo tiembla, y de entre las tinieblas emerge una figurada humanoide reducida en tamaño y en cosas de segundos el claro se llena de niños de todas las edades que salían como animales enjaulados, como criaturas en cautiverio puestas en libertad. Era la hora de trabajar.
Rápidamente me acerco a ayudar a mover las valijas de los muchachos las cuales se empiezan a amontonar en cientos de maletas, bolsos y mochilas de todos los tipos. En pocos minutos estabamos rodeados de criaturas sedientas de sangre.
Segundo llamado activa mis sentidos de accion. Habia que reunirlos a todos… el circulo era la solución. Junto a la gente de otra Ruta empezamos a ordenarlos. Mis compañeras desaparecen de mi vista, me aleje de ellas. Ya tenemos una circunferencia… Los cantos emergen desde lo profundo de mis pulmones, y con el tiempo mas chicos se unen a esta reunion. Diviso a la Camila acarreando mochilas.
Me alejo del circulo buscando criaturas rebeldes que se escapaban de nuestro circulo. Si, empezaba lo entretenido, era la hora del campo de concentración. El circulo no era una opcion y lo haria saber a estos pequeños demonios.
Con la tranquilidad que no me caracteriza intente llevar a estos angelitos a nuestra asamblea. Fue solo un maldito intento que termino en llevarme un par de insultos. No, esto no funcionaba.
-Oye, vamos al circulo por favor??.
-Shh! Tio, y si no quiero, me va a pegar??
.Vamos, como te voy a pegar, mira a tus compañeros, lo pasan bien.
-Aohne!! Tío, estan puro mariconeando con las canciones!!
-¿perdona, pero que que dijiste?
-Sh! Tío, que no escucho???, dejeme aquí en el columpio.
- Me temo que eso no es posible, no puedes estar aquí.
-Ahhh!!! Y por que tio??, vayase a la chucha!!!.
Mala respuesta. Una beta de rabia nace desde lo mas profundo de mi alma. Las ganas de tomarlo y azotarlo contra el poste del columpio aumentan, de tomar la cadena y ahorcarlo hasta que se defeque!!!. Pero no.
- Creo que no estas entendiendo. Es la última vez que te lo pido por favor.
- ¡y que tanto Tío, me va a pegar… Dice haciendo un gesto con la mano
- Creedme que no es mala idea, le digo mirándolo a los ojos mientras le tomaba el brazo y comenzaba a exprimírselo-
- Ya tío. Voy al tiro!! Dijo con un pequeño alarido.

Esto empezaba a gustarme.

Por fin de vuelta con mi grupo y mis chicos ya designados, dábamos por inicio al campamento. Era hora del entrenamiento de mis nuevos cachorros. Era The show time!!!

Fin.

Quizás continué con mas anécdota del campamento.

sábado, febrero 17, 2007

Tribulaciones Iniciales.
Dudas de un hombre a merced femenina.



Seria inútil el explicarles como llegue aquí, remontar esa historia me obligaria a escribir un texto mucho mas largo que el que imprimere hoy. La cosa cierta es que estoy en un bus rumbo a callejones, sentado en el ultimo puesto, en la esquina de la fila contraria al piloto preguntandome como demonios llegue aquí, como llegue a poner mis nalgas en este puesto, en un vehículo que como veo… soy el único hombre además del conductor.

Asi es, para algunos el paraíso, para mi era el inicio de un viaje directo a la incertidumbre. Miraba perplejo el escenario, tenia la garantía de que este asiento era elevado, por lo que tenia una visión completa del bus. Lo miraba con cierto temor, tremendamente vacío, grandes extensiones de puestos llenados por el aire, éramos 5 y creo que 4 mas en la punta y un chofer.
El vehículo avanzada imperturbable por la carretera mientras yo observaba el desolador panorama, a mi derecha (en la otra fila) la gran jefa hablando con la Carola, en la corrida de asientos siguientes se reían de buena gana la Camila y la Valeria. Lleve mi ojos al frente y el silencio me decía que nada digno pasaba mas haya.
Vuelvo a mi mente, pienso en las consecuencias de ser el único hombre… Adiós al machismo, que aunque es mas en son de broma… creo que ya no causara mas gracia. Estaba encerrado en una isla obligado a aceptar el pensamiento mágico.
-Respiro hondo.
Vuelvo a observarlas… Me siento solo. A pesar de que las conozco hace un año, las siento increíblemente ajenas… No tengo el apoyo que siempre tenia, estoy en desventaja. Ellas y su grupo, Yo y… Yo. Voy solo.
Las ruedas del Bus no se detienen. El sol brilla justo por mi ventana. Abro la ventana y observo el paisaje, los cerros y sus colores. Sonrío, todo esto lo hacia por un campamento decente de 10 dias.
Las preguntas vuelven a llenar mi mente. ¿Podré congeniar con ellas? Si, ya había conversado con ellas en repetidas ocasiones y normalmente terminaban con alguna de ellas molestas atacándonos de manipuladores bastardos asesinos. Si, me caen bien, pero siempre he pensado que es en un campamento cuando se conoce a la gente. Tengo temor de conocerlas lo suficiente. Ellas tienen un grupo hecho, son las 3, son mujeres, misma edad, mismo colegio, mismo curso… demasiado en común. ¿En cambio yo? Soy uno, soy hombre, no voy en su colegio, menos en su curso… ¡de hecho ya salí del colegio!... No había nada en común. Esto se iría directo al carajo. Tenia que admitirlo, que chance abría de que algo de esto fuera remotamente a funcionar, debia aceptarlo, yo soy el hombre con menos tacto para las mujeres, es decir puedo hacer que crean que soy simpático y todo eso, pero bastara que sienta la maldita necesidad de decir la verdad para que me odien por siempre… Esto será un maldito fracaso.
Me hundo en el asiento, vuelvo a mirar hacia fuera, veo las cordilleras tanto de los andes como la de la costa, siento el viento en mi cara. Las vuelvo a mirar, la Zasha esta durmiendo, la Carola mira hacia fuera, la Camila y la Vale siguen conversando. Decido evitar los problemas que predigo vendrán. Me levanto de mi puesto, siento como las conversaciones se detienen y las miradas se posicionan en mi. Llego al pasillo del bus, camino derecho hacia el conductor. Me pide que me siente. Rápidamente tomo su cabeza y la azoto contra el volante, una, dos, tres veces, hasta que siento su cráneo romperse y su sangre fluir por el cuero que cubre el volante. Escucho las gotas caer al suelo. Tomo el manubrio. Escucho el alboroto que se forma atrás, tiro al chofer a un lado, tomo su lugar con agilidad y acelero afondo y busco el final de esta historia con una sonrisa desquiciada en un choque frontal contra un camión de propano butano…
Sonrío, maldito estupido… hacia tiempo que no tenía estas ensoñaciones. Vuelvo a mirar el paisaje. Pienso, aun me quedan armas. Divide y vencerás. Las miro nuevamente y noto que quizás en caso de problemas siempre podré convencer a alguien, creo que aun tengo el don del convencimiento, de la falacia y algo de retórica. Seria una táctica arriesgada por que puedo quedar peor, pero seria una buena arma siempre y cuando sea mi ultima estrategia.
Recuerdo las conversaciones anteriores con ellas, esa que hacíamos con el Nico en son de broma, pero que de algún modo me sirvieron de buenos testers. Se como reaccionan a ciertos estímulos y conozco parte de sus comportamientos. Aunque son vagos los datos que manejo de ellas, podrían servirme de algo. Me relajo, creo que no estoy tan a la deriva. A pesar de todo, el tener un “plan” fue bastante útil.
Los pistones no se detienen, el motor mantiene constante su trabajar.

Después de un largo tramo de silencio escucho unas risas tímidas, miro de reojo hacia el origen de aquel ruido. Son chicas, mi primera impresión es que ya estaban chismeando, trato de no ser demasiado agresivo con la mirada, trato de no perturbar la charla y ver si logro captar algo… La curiosidad mato al gato, pero en aquellos momentos necesitaba la mayor información posible.
No se que estarían hablando, la cosa es que en mi intento por captar algo, cruzo miradas con la Camila quien de inmediato se ríe, le dice algo a la Vale y en cosa de segundo estoy rodeado por las Chicas súper poderosas, asediado por unas miradas penetrantes. El temor me inunda…

El tiempo a pasado, sigo algo tieso en la conversa. Aun reacio a compartir con ellas al cien por ciento, pero puedo decir que ya les acepte unas galletas. Con la Carolina a mi derecha, la Valeria en diagonal hacia la derecha, la Camila al frente, la ventana a mi izquierda y con el asiento en mi retaguardia concluye el viaje hacia callejones.
Mis dudas persisten, pero creo que podré hacer algo si dejo de estar a la ofensiva. Quizás la simbiosis no sea tan difícil y el integrarme aunque sea parcialmente a esta secta sea la única alternativa viable. Respiro hondo, y tal como hace el gran Alga, me dejo mecer por la corriente.


Fin …?

Quizás continué con mas detalles sobre el campamento.