domingo, diciembre 31, 2006

El Ultimo animo



El revolver en mi mano aun husmea, la lista de cadáveres que registra mi memoria a llegando a un buen pic.
Ese ya fue mi último disparo, las balas del rifle se agotaron y jamás tuvimos opción a las ametralladoras portátiles. El equipo esta disperso, están cada uno en su trinchera. Cada malenko libra su propia batalla en tierras lejanas. Lo que antes era un juego ahora era la cruda realidad. Mi espalda apoyada a un poste de luz busca protección de las balas que aun cruzan la devastada ciudad. Las guerrillas se reparten por los diversos sectores, los disparos se escuchan como fuegos artificiales en año nuevo… Bueno, es lo que tenemos para este año.
Boto los casquillos aun calientes de mi arma, busco mas balas en mi banano… nada. Le hago el gesto a un compañero que conocí este año, me mira con sus ojos encarnados en temor y me hace la señal de que ya no hay mas municiones. Miro el suelo en busca de un milagro, pero nada se hace visible. Levanto la vista en busca de las chicas que salieron y que aun no vuelven. Maldigo este año de cambios y novedades, obligado a confiar en ellas descubrí mas manos con las cual trabajar… pero mi exceso de confianza las a llevado posiblemente a la muerte. Estamos sin balas, estoy sin mis amigos, tengo ganas de sentir temor… Pero deje de hacerlo. Algo hay que hacer, esta gente que conocí solo este año necesita de un milagro, necesita de gente que sepa que hacer… Pero ellos ya no están, me tienen solo a mí, a este hombre sin ideas ni trucos, este ser sin ciencia ni arte. Estoy sin mis armas, sin mi equipo. Me enfrento a esta batalla solo sin saber cuales son mis habilidades…
Me hinco en el poste con esta derrota moral. Quiero Llorar pero ya olvide como se hace. Estoy solo con esta gente que no conozco… ¿Por qué yo?... Una ráfaga de balas repentina cruza el cielo negro, cientos de trozos de cemento vuelan por los aires, la cabeza de nuestro artillero es reventada en cientos de trozos, la pierna de una chica de 17 años es partida ante mis ojos y puedo ver como ese trozo de cuerpo se eleva por los cielos, los proyectiles golpean los cadáveres en el suelo, la sangre se mezcla con el pavimento que vuela, el polvo inunda el callejón de escombros que nos rodea. La ráfaga en su viaje continúa por el poste rebanándolo por la mitad, los trozos de piedra se abalanzan sobre mi cabeza y el coloso de cemento inicia su caída en dirección hacia mí. Un pequeño salto me saca de la trayectoria del poste quebrándose en cientos de parte al llegar al suelo que vuelan por los aires. Me escabullo por entre la basura y cadáveres hasta llegar a un sitio que considero seguro. La nube de polvo me asegura unos minutos más de escondite. La ráfaga se detiene, los escucho cargar, ya deben saber que estamos aquí, probablemente ya dedujeron que estamos sin armas y sin un héroe. Me apoyo en el suelo con la espalda en un auto que esta de costado, si lo se… estoy sobre una bomba, pero lo descubrí cuando el polvo se disipó. Respiro hondo y veo a la muchacha gritar mientras se agarra su muñón sangrante. La veo sin poder ni hacer nada. No escucho ningún disparo, el silencio reina en esta calle, quizás los bastardos del frente escuchan y ven a la chica esperando que alguien se acerque a auxiliarla y volarle los sesos en el momento oportuno… o tal vez solo es regocijó del sadismo.
Saco mi revolver y veo los espacios vacíos sin balas. No se me ocurre nada, no tengo con quien conversar, estoy solo. Soy hombre muerto…
Se inicia otra descarga, ya no me importa, las balas chocan contra el vehículo utilizado de trinchera, ruego por que reviente y me lleve al infierno, salta el polvo y el sonido entumece mis oídos, dejo de oír a la chica gritar y guardo en mis retinas su cuerpo elevarse por sobre el suelo mientras se desarticula completamente enviando los trozos de su cuerpo a metros de distancias, veo como su sangre se mezcla con el polvo y se ensucia con la mugre, veo las balas atravesar su cuerpo y arrancar la carne de el… y siento en mi rostro la húmeda brisa de la sangre recién sacada. La ráfaga se pierde y todo vuelve a cubrirse se polvo.
Aun no descubro mi gracia, no se por que estoy aquí con esta gente… Entre mis tribulaciones llega hasta mí una muchacha, estaba tan abrumado que no la oí llegar, se sienta a mi lado, y casi como un murmullo me entrega una caja bastante grande. Tomo la caja y le miro los ojos, eran dos platos calipsos que se me ensartaban en la cabeza como un par de dagas filosas. Me toma la mano y me pide que las use bien. Veo sus labios rojos y de ellos emanar unos pequeños rastros de sangre. Bajo la mirada y descubro su mano cubriéndose el abdomen y por entres sus dedos escapar a borbotones la roja sustancia. En seguida se me acerca al oído y me cuenta que fue lo único que lograron obtener. Seguido de eso me da un tímido beso en la mejilla y su cabeza cae sobre sus hombros.
Era todo, esta quien quiera que hubiese sido estaba muerto, quizás me había confundido con alguien, por eso la caja y eso que me dio en la mejilla. Tomo la caja y la abro, en ella suficiente C4 como para volar una cuadra… En eso me cae la teja, era una de las chicas enviadas en busca de municiones… Fue en ese momento en que me arrepentí de no haber tenido nada que decirle, de no haber hecho nada por salvarle… de haber creído que no la conocía cuando gracias a ella se salvarían vidas. Me sentía un estupido. Yo la mande a morir y ni siquiera fui capaz de aceptar… lo que sea que había hecho.
Me levanto, cojo el C4, no sabia que era lo correcto, pero tenia el instinto, ya no estaban mis amigos que me detuvieran, pero tampoco estaban los que pensaban el plan… Era tiempo de actuar como lo habría hecho yo, con los ojos cerrados, sin mucha planificación… y gritando. Era tiempo de morir, y morir con algo de decencia. Era tiempo de encontrar mi propósito. Inventar el milagro

Era tiempo de darle un héroe a estos cobardes, como la que tuve a se unos segundo a mi lado. Enciendo el C4 y con los explosivos en mano corro hacia un mar de balas…


Fin.



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Perdi la inspiracion de la otra, si algun dia si la retomo la veran escrita en el blog.
Esta historia fue escrita a la rapida por que hace mucho que no subia nada, asi que a los que les gusta mi blog... disculpen por lo mierda.