Un beso entre pixeles

Sostengo su mirada por unos segundos. Miles de pixeles bailando frente a mis ojos me dibujan su rostro. Su sonrisa melancolica, su mirada triste que lucha por brillar. Ahi esta, a km de distancia, a cm de mi. Desnudo ante su ternura me abrazo a sus palabras que me abrigan en esta infinita soledad. Su voz suave que me invita a levantarme y a seguir avanzando... Ella es la definicion de contradiccion... Ella es la definicion del amor. En su boca veo el sueño de los poetas, ella es una inspiracion, una verdad por la cual vale luchar... Es un recuerdo de un mundo mas inocente que decidi abandonar. Ella huele a hogar, huele a sueños, rebosa inocencia. Ella fue quien soy ahora, en ella me veo reflejado en un cristal del pasado. Me veo puro, soñador. enamorado.

Son esos breves instantes en que la mente vuela, que te generan ideas que te permiten escribir por horas... Son esos segundos que valen la pena... En los que un beso pixelado se colma del sabor de dos labios que se juntan.

Gracias por seguir aqui.

Irracional

 La distancia nos cambia las perspectivas. Mover tu ojo con respecto al objetivo va generando nuevos planos, nuevas miradas, nuevas ideas, nuevos conceptos. Todo es diferente con un paso a la derecha o un paso a la izquierda.
 Los metros y su derivados nos muestran el desplazamiento sobre el mundo. Centimetros hacia uno u otro lado, kilometros hacia el Norte o el Sur... Pequeños o grandes movimientos que cambian la forma en que miramos la realidad. ¿Y que hay del tiempo?... Acaso el tiempo marca algo en nuestra existencia?... Si consideramos el movimiento como eje del cambio de nuestra perspectiva con respecto a un algo, podemos ver en el tiempo nuestro desplazamiento por la realidad mas eterea. Cambia nuestra perspectiva con el pasar de los segundos. Las peliculas de ayer no saben a las de hoy. Los pensamientos, los sentimientos, las ideas, los valores... Todo cambia si le agregas algo de tiempo.

 Hoy me encuentro lejos desde mi perspectiva inicial, marchando por un viaje que recién inicia. Un ruta que parte desde las dudas, desde el temor, desde la oscuridad. Ya van casi dos meses desde que salí de casa pero ya no recuerdo hace cuanto que inicio este viaje de respuestas.

 Lo que somos, lo que creemos, lo que pensamos... No nos define pues todos estos conceptos son variables en el tiempo y en la distancia. Lo que ayer era una axioma hoy se vuelve una opinion. Lo que soy, lo que quiero ser, son preguntas que buscan ser respondidas atraves de mas preguntas. Lo que ayer pensé que era, hoy me doy cuenta de lo lejos que esta de mi. Lo que amo, lo que extraño, lo quiero.

 Lo lindo de viajar es lo mucho que fuerzas a la perspectiva. Te mueves en el plano, te mueves en el tiempo. Te alejas y te añejas. La realidad se tuerce ante tus ojos y todo lo viejo vuelve a ser nuevo.

La caída del Cazador

 Bastó un beso despiadado para aventarme devuelta al infierno. Un movimiento suave y sensual, una caricia que partió desde la mejilla y terminó en sus labios. Un acto que me transformaba en victima y victimario, la inocencia se escapaba fuera de mi voluntad, me entregaba a los aromas hediondos de recuerdos que resurgían con fuerza desde las lapidas de un cementerio de recuerdos.
Sabía, de alguna forma sabía que ese encuentro entre las sombras, el silencio y la complicidad terminaria en aquel vergonzoso final. Un desenlance tan despiadado como deseado. La curiosidad y el deseo me llevaron a raudo galope por caminos que alguna vez juré no volver a recorrer. Ayer olvidada, enterrada y llorada. Aun recuerdo ese lluvioso día en que las lagrimas caían tanto fuera como dentro del coche, en el que mi corazón aun ardiente era obligado a enfriarse en un manto frío de soledad. Te despedí, te vi partir, decender a lo mas profundo de la tierra. Cerré la lapida y me fuí, media vuelta y arranqué... Muchas veces miré hacia atras, más nunca te volví a visitar.
 Hoy, de pie frente a mi con la luna recortando tu silueta, con tus ropas rasgadas, tu piel blanca y tus ojos opacos. Hoy vives de una forma macabra frente a tu propia tumba, frente a mi que tiemblo como una debil hoja de papel. Se que debo hacerlo, atravesar tu muerto corazón con una estaca... La vieja rutina. Estoy armado, tengo todo para destruirte... Pero ahi estás, inmovil, sonriente, tierna, estoica... El tiempo se congela, no me di cuenta cuando tomaste mi mano y la pasaste por tu rostro. Eres tu... De una u otra forma sigues siendo tú... Muerta pero viva a la vez, la peor pesadilla de un Cazador. Ayer enterrada, odiada y olvidada...
Se que no debía pero sucedió... Rompí mis codigos, mis votos, mi honra. La sombra de la noche ocultó mi secreto. Quisiera culparte del todo... pero nadie me obligó a estar ahí.

Me retiré en silencio... Abandoné la estaca y el martillo. Y aunque esa noche te dejé vivir, creo que por fin estas muerta.

Anoche fui cazado...