El Desembarco.
La ceremonia concluia y nuestros colores pasaban al cinto, nuestros cuellos eran cubiertos por unos extraños generos verdes, los cuales ordenados como el antiguo nos daban el aspecto de uniformidad.
Conversabamos alegremente mientras girabamos sobre sus puntas nuestros nuevos pañolones cuando desde lo profundo de la garganta de uno de nuestros líderes nos llega la información que nuestro objetivo hacia su desembarco en la entrada del recinto.
Corre. Corran. Corramos.
Mi equipo parte corriendo marcialmente hacia nuestro destino. Los pies se mueven raudos por los pastos. Debíamos ser los primeros y demostrar que éramos los mejores entrenados.
Luego de un buen trecho corriendo, nuestras piernas se detienen. Ante nosotros se nos mostraban las colosales maquinas que transportaban el valioso cargamento. Silencio. Nada se mueve. Nuestros ojos trataban de conmesurar la cantidad de criaturas que habrian de descender desde aquellos colosos de fierro.
El ruido vuelve. Se esuchan los sonidos de las bestias ahí almacenadas. Los pelos se me erisan. Siento la energia de que emana de las maquinas. Miro estupefacto… Una puerta se abre. El sonido de la puerta de aire genera un vacío en mis pulmones. Era hora de la verdad.
Nada, el dintel se muestra como una oscura cavidad de dudas y temores. Aun mantengo la respiración… el suelo tiembla, y de entre las tinieblas emerge una figurada humanoide reducida en tamaño y en cosas de segundos el claro se llena de niños de todas las edades que salían como animales enjaulados, como criaturas en cautiverio puestas en libertad. Era la hora de trabajar.
Rápidamente me acerco a ayudar a mover las valijas de los muchachos las cuales se empiezan a amontonar en cientos de maletas, bolsos y mochilas de todos los tipos. En pocos minutos estabamos rodeados de criaturas sedientas de sangre.
Segundo llamado activa mis sentidos de accion. Habia que reunirlos a todos… el circulo era la solución. Junto a la gente de otra Ruta empezamos a ordenarlos. Mis compañeras desaparecen de mi vista, me aleje de ellas. Ya tenemos una circunferencia… Los cantos emergen desde lo profundo de mis pulmones, y con el tiempo mas chicos se unen a esta reunion. Diviso a la Camila acarreando mochilas.
Me alejo del circulo buscando criaturas rebeldes que se escapaban de nuestro circulo. Si, empezaba lo entretenido, era la hora del campo de concentración. El circulo no era una opcion y lo haria saber a estos pequeños demonios.
Con la tranquilidad que no me caracteriza intente llevar a estos angelitos a nuestra asamblea. Fue solo un maldito intento que termino en llevarme un par de insultos. No, esto no funcionaba.
-Oye, vamos al circulo por favor??.
-Shh! Tio, y si no quiero, me va a pegar??
.Vamos, como te voy a pegar, mira a tus compañeros, lo pasan bien.
-Aohne!! Tío, estan puro mariconeando con las canciones!!
-¿perdona, pero que que dijiste?
-Sh! Tío, que no escucho???, dejeme aquí en el columpio.
- Me temo que eso no es posible, no puedes estar aquí.
-Ahhh!!! Y por que tio??, vayase a la chucha!!!.
Mala respuesta. Una beta de rabia nace desde lo mas profundo de mi alma. Las ganas de tomarlo y azotarlo contra el poste del columpio aumentan, de tomar la cadena y ahorcarlo hasta que se defeque!!!. Pero no.
- Creo que no estas entendiendo. Es la última vez que te lo pido por favor.
- ¡y que tanto Tío, me va a pegar… Dice haciendo un gesto con la mano
- Creedme que no es mala idea, le digo mirándolo a los ojos mientras le tomaba el brazo y comenzaba a exprimírselo-
- Ya tío. Voy al tiro!! Dijo con un pequeño alarido.
Esto empezaba a gustarme.
Por fin de vuelta con mi grupo y mis chicos ya designados, dábamos por inicio al campamento. Era hora del entrenamiento de mis nuevos cachorros. Era The show time!!!
Fin.
Quizás continué con mas anécdota del campamento.
texto extenso
Hace 10 años.